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No a la Mega Mineria en nuestra Amazonia!!!

 Contexto amazónico
El centro sur amazónico (provincias de Pastaza y Morona Santiago) constituye una de las zonas geográficas del Ecuador con mayor biodiversidad y riqueza cultural ya que posee uno de los bosques continuos más extensos y mejor conservados de toda la región, cubriendo cerca de 3 millones de hectáreas. Es además el hogar de siete nacionalidades indígenas originarias: Kichwa, Shuar, Achuar, Shiwiar, Sapara, Waorani y Andoa, que junto al pueblo Mestizo, hacen de la región la más diversa culturalmente del Ecuador.





La historia de nuestro continente y de la Amazonía en particular, es una historia basada en el saqueo y el extractivismo iniciado hace 500 años en el coloniaje con la fiebre del oro, la canela, la quinina y el caucho, y continuado en la actualidad con el nuevo coloniaje de las transnacionales imperialistas de la minería, el petróleo, la madera, el agro-negocio, el despojo, tráfico y acaparamiento de tierras, entre otros. Para éstas, la Amazonía constituye su principal fuente de materia prima con la que acumulan su riqueza y su ganancia, forjada sobre la destrucción de nuestros bosques y fuentes de aguas, sobre el genocidio cultural y el sojuzgamiento en la pobreza de nuestros pueblos amazónicos. A esta invasión imperialista, se suman mafias nacionales y locales que no solo abren las puertas de entrada para empresas extranjeras a nuestra región, sino que además, bajo una legitimidad lograda a través del tráfico de influencias y la presión económica, promueven saqueos locales en toda la Amazonia, mediante el tráfico de tierras, explotación maderera, extracción minera a “pequeña escala”, entre otras.






Siendo que el Ecuador basa la mayor parte de sus ingresos en la explotación petrolera, se nos impone la idea que no queda otra salida que no sea el extractivismo, y así se entregan y legitiman concesiones mineras a transnacionales como ECSA, Kimross, IamGold, Merendon, Ecuacorrientes; se promueven rondas de licitación petrolera (la XI Ronda Petrolera en el momento actual) de territorios cuyos ciudadanos han opuesto clara resistencia; se viola permanentemente el derecho de los pueblos a la consulta
previa, libre e informada; se persigue y criminaliza las luchas sociales y a sus dirigentes y representantes de base1.
Mientras el gobierno y sus socios transnacionales se reparten el territorio, las mafias mineras y madereras locales se apoderan con violencia y engaños de los recursos de comunidades pobres, que en muchos de los casos ni siquiera son dueños legales de su territorio ancestral, puesto que producto del primer coloniaje, sus tierras legítimas les fueron arrebatadas por hacendados y misioneros.
 En los actuales momentos se han iniciado procesos legales contra 10 dirigentes de las nacionalidades Kichwa, Achuar, Sapara y Mestizos por su oposición a la XI Ronda Petrolera.
Así, aunque subsista la injusta tenencia de tierra, los campesinos e indígenas sin tierra, continúan resistiendo a la invasión extractivista y luchando por recuperar su territorio.
Ante el panorama descrito, la creciente preocupación de la población amazónica en torno a las fuertes presiones en términos sociales y ambientales que ya empiezan a vivirse en la región, se vuelve urgente la necesidad de generar espacios de discusión de la problemática amazónica en lo social, político, económico, cultural y ambiental. Dichos espacios deben propender a la aglutinación del colectivo amazónico en torno a propuestas de vida con objetivos hermanados hacia la consolidación de un interés común que agrupe a los distintos actores sociales de la región. Los pueblos tenemos legítimo derecho a defender nuestra tierra, nuestra agua, nuestra cultura y nuestra soberanía. Los pueblos tenemos legítimo derecho a organizarnos, resistir y luchar.


Lucha y resistencia anti extractiva


La resistencia contra los proyectos petroleros y de mega minería en la Amazonía ha sido uno de los puntos más altos de la lucha popular en los últimos 20 años en nuestro país. Tras todas las rimbombantes promesas de empleo, ganancias, tecnología y desarrollo pregonadas como “beneficios” por la industria petrolera y su sempiterno vocero -el Estado-existe en la realidad y de manera inevitable, mayor enriquecimiento de las transnacionales. Frente a esto, el régimen diría que la mayoría de ganancias se quedan en el país, dinero que se invierte en obra social pero que en realidad, implica mayores ganancias que van a las arcas de las transnacionales mientras que las mayores pérdidas se reparten entre nuestro pueblo campesino e indígena y en todos los ríos, esteros, bosques, fauna y flora que por más que se esfuercen en ocultar el desastre ambiental, se afectan irremediablemente día a día.
Si hay a quien los hechos graves de contaminación ambiental no le convencen por parecerle una visión romántica de la naturaleza, será importante por ejemplo, que revise la historia de derrames y contaminación de campos de cultivo y fuentes de agua que desde la entrada de la compañía estadounidense Texaco hasta hoy con Petroamazonas (estatal), se han dado y siguen dándose. Entonces no parece descabellado desconfiar de una industria que frecuentemente destruye y contamina el agua que los campesinos de la Amazonía norte consumen, o los campos en los que deben cultivar sus alimentos, o los bosques donde los pueblos originarios recolectan frutos, plantas medicinales y materiales para su artesanía, donde hacen cacería y se encuentran con los espíritus de la selva, cuestiones fundamentales para la reproducción de su cultura, para la continuidad histórica de nuestras raíces.
¿Es el extractivismo la única salida para nuestro país? Tenemos que decir irremediablemente que, antes de pretender expandir la frontera petrolera y tomar la vía del saqueo de nuestra Pachamama (Madre Tierra), sería indispensable una rendición de cuentas de todos los perjuicios tanto ambientales y sociales como la distribución de la riqueza, que tras más de 40 años de explotación petrolera hemos sufrido. Seguramente, si al rendir cuentas se dijera toda la verdad, más y más ciudadanos comprenderían mejor la postura de muchas organizaciones y comunidades campesinas e indígenas de defender el agua, los campos, los bosques, en suma la vida, cuestionando este modelo y haciéndole resistencia.
Ante la intención de poner nuevamente en venta nuestros recursos a los nuevos colonizadores del mundo -las corporaciones transnacionales imperialistas-, las nacionalidades amazónicas presentes en el centro sur amazónico, en conjunto con las organizaciones sociales de la zona, venimos sosteniendo un proceso de lucha y resistencia constante.


Nuestra agenda y planteamiento de lucha

Es poco lo que se ha discutido en colectivo, habiendo diversas posiciones y puntos de vista que deben expresarse en debates y discusiones colectivas que generen planteamientos y propuestas concretas frente a la realidad que vivimos los amazónicos.
Como un aporte, trazamos este camino a seguir en conjunto con todos los sectores sociales, comunidades, organizaciones, nacionalidades y pueblo en general que configuran el escenario amazónico.
Las organizaciones sociales, nacionalidades, frentes urbanos, sectores independientes y la colectividad amazónica, debemos propiciar el debate y la discusión frente a la problemática amazónica en todos sus aspectos. Un pueblo desinformado no puede decidir sobre su destino; un pueblo no puede ser un simple
receptor de modelos externos; el mismo pueblo debe determinar las riendas de su propio destino. Queda entonces discutir y reflexionar sobre la expansión de la frontera petrolera en el marco de la XI Ronda Petrolera y otros planes y programas extractivos como la explotación del Yasuní ITT en el nororiente amazónico, la minería a cielo abierto en el sur amazónico, entre muchos más.
Las entidades competentes deben esclarecer el manejo y destino de los recursos derivados de las rentas petroleras a través de rendiciones de cuentas que muestren a la colectividad el escenario real de la era petrolera pasada, presente y futura. La explotación petrolera en los bloques actuales ya genera ingresos que permiten sustentar gran parte del gasto público del pueblo ecuatoriano; la ampliación de la frontera petrolera responde en cambio al afán desmesurado de acumulación capitalista de empresas nacionales y transnacionales y es defendido por los intereses económicos particulares de la burguesía en el Ecuador.
Las potenciales fuentes de ingreso para la Amazonía son su rica biodiversidad: la selva que posee un 80% de bosques en estado natural en el centro sur. Las provincias amazónicas, denominadas por sus gobiernos locales como Ecológicas, deben responder a este carácter, con el cual la explotación petrolera es incompatible. Así, existe en la Amazonía innumerables alternativas probadas
como el ecoturismo y turismo comunitario, producción agroecológica, mismas que constituyen retos con una verdadera visión de largo plazo para los gobiernos locales, provinciales y regionales.
Son acciones inmediatas que requieren de la acción decidida de la colectividad:
El respaldo a la posición de los pueblos y nacionalidades amazónicos por parte de los actores sociales del escenario amazónico.
La formulación de pronunciamientos y resoluciones populares en asambleas comunitarias donde se discutan estos y otros aspectos desde una postura verdaderamente democrática, no unilateral o parcializada hacia intereses económicos particulares.
La movilización como herramienta fundamental de lucha para exigir el verdadero cumplimiento de nuestros derechos, planteamientos y posiciones ante la sociedad amazónica.
La unidad de todos los sectores en lucha y resistencia para enfrentar de manera conjunta la arremetida del capitalismo moderno, cuya punta de lanza en la Amazonía ecuatoriana es la implantación de los megaproyectos extractivos y la derivada ampliación de la frontera petrolera en el centro-sur amazónico.

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Creadores

Festival Amazonia Indomable , creado por Rolando Frías y Andres Tapia, y organizado en conjunto con el colectivo Juvenil Comuna Amazónica.

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Amazonia Indomable es un espacio de expresión, denuncia y resistencia en el que confluyen organizaciones, pueblos y artistas comprometidos con la defensa del territorio. Con el objetivo de difundir los distintos procesos organizativos, un espacio alternativo donde podremos expresar nuestras demandas a través de la cultura y el arte: música, danza, pintura, teatro, feria agro ecológica, casa abierta y exposición fotográfica. Organizadores y participantes darán a conocer sus propuestas y alternativas frente al modelo de extracción de recursos naturales.